El 10 por ciento de los consumidores españoles ha tenido problemas para acceder a los servicios financieros debido a la valoración de su información en redes sociales a través de sistemas de calificación social, según el último informe elaborado por Kaspersky, 'Social credits and security: embracing the world of ratings'. Si bien esos sistemas se han generalizado y ya se están aplicando en muchos países y sectores empresariales, su implantación requiere más atención, ya que pueden tener efectos negativos.
|
etiquetas: hipoteca , redes sociales , servicios financieros , calificación social
Pero una vez descubres lo que quieres, ya buscarás alguna excusa para hacerlo "legal"
Eso me han dicho algunos por aquí, en menéame.
No tienes nada que ocultar, verdad?
Luego, la triste realidad será a que te obligarán a tener un perfil público puritano y seleccionando todo lo que se pone o eres un antisocial del que no se sabe nada.
Respecto a si tengo algo que ocultar? Nada y todo, a la vez .
Creo que la gente de RRHH de empresas o de inmigración de diferentes países no podrían encontrar nada mínimamente comprometedor mío por las redes. Llegado el momento, podría hacer como esos encuestados que afirma que compartiría su perfil para cosas como agilizar comprobaciones de antecedentes, obtener plazas en colegios prestigiosos o visados para viajar (un porcentaja nada desdeñable de alrededor de un 70% de gente parece que no se siente incómodos compartiendo esa información)
Pero no me da la gana de compartir mi información: es mía y es privada hasta que yo la quiera distribuir. Y aun así, debe de seguir siendo privada entre aquellos con quienes la comparta.
El problema realmente es tanto la no valoración de los datos (o desconocimiento de hasta dónde pueden usar nuestra información en formas potencialmente perjudiciales) y el obtener ventajas mediante modos cuestionables.
Además, se notaría mucho lo de tener un perfil público vacío. Ya no es sólo el puritanismo que muchos exigen y ni ellos mismos cumplen (cosa en que no podrían conseguir nada de mí porque, bueno, no existe)... Es la falta de interés por ciertas redes, y la falta de interés por compartir aquello que se hace. Terminaríamos con cuentas vacías donde a veces se sube la imagen de un plato de comida, o de un paisaje.
Y sería muy complejo, al menos de momento, el gestionar el acceso por cada persona a las herramientas de comunicación menos accesibles, tipo Telegram o WhatsApp (que es donde puede estar la información más jugosa en general).
> yo no tengo actualizaciones en Facebook desde hace más de 5 años
Me ganas, pero no tengo cuenta en Instagram. Y mis cuentas oficiales de Twitter tienen movimiento mínimo y casi exclusivamente de trabajo. (Creo que) poco podrían extraer que ellos consideren negativo.
Definitivamente la obsesión con la privacidad de los 90/00 ha pasado de moda
Yo eso mi Facebook lo tengo parado, y solo hago uso de meneame y mi cuenta de LinkedIn...
Ya les está explotando en la cara la falta de privacidad con vídeos sexuales, vídeos de degradaciones en las redes, etc. Y poco a poco, por desgracia, creo que lo veremos más en temas como el trabajo, si la gente termina aceptando compartir su contenido de las redes, o de teletrabajo, si los empresarios buscan espiar al trabajador, como intentan o hacen en algún otro país. No hay que olvidar que se permite porque demasiada gente les permite eso.
Está en mano de todos no hacer un mundo peor
Y cada año que pasa "peor" hasta el punto de no ya nunca reciclar contraseña si no también tener usuario diferente, nombre diferente, etc...
Información real para Hacienda, al resto, soy Lola, Manolo, Pablo, Juan, María...
Bravo Buenas prácticas, como las de usar usuarios y nombres diferentes. Lo no de reciclar contraseñas ni usuarios ayuda a reducir trazabilidad. Y a fin de cuentas, a (casi) nadie le interesa ni la edad ni el género ni la localización. Múltiples perfiles para múltiples tareas. Por ejemplo, según la tarea en la vida real yo doy un alias (nombre) diferente o una dirección de correo para contactar diferente.