En psicología se define el pensamiento divergente como la capacidad de generar soluciones a problemas de forma creativa, pero en este artículo vamos a abordar el pensamiento divergente desde una visión social, y cómo esta forma de pensamiento se da en muchas ocasiones en el autismo. El pensamiento divergente en el autismo es una forma de generar una visión del constructo social específica, que en múltiples ocasiones diverge de la realidad social en la que la persona habita, lo que conlleva a un modelo de discrepancia entre la persona....
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etiquetas: autismo , inteligencia
Baja autoestima
Problemas en las relaciones de pareja o emocionales
Conducta defensiva, con momentos de alta intensidad
Conductas obsesivas
Ansiedad
Grandes dificultades sociales
Aislamiento y soledad
Quitando el primer y segundo punto; podria aseverar que el resto,en mayor ó menor medidad se cumplen.
Que ya viene #3 en modo hater con sus prejuicios... pero lo mismo no te interesa leer algo que desafíe tus creencias
Como dice #8 el problema es cuando se da desde una edad temprana.
Que adultos mayores de 40 hayan pasado por esos cuadros en mayor ó menor medida... diria que es la norma.
Pensamiento divergente = pensamiento elaborado de manera autónoma, casualmente pensamiento que no se adhiere a una “realidad” o no se amolda a la situación.
Este pensamiento, lleva a depresiones y demás mierdas malignas etc.…
El problema está en que sí, el amigo que le dice que va mal vestido, la persona autista dice, ostias pues si tienes razón, el pensamiento no “diverge”, ya que no lo habría, y el autista entraría en el blucle de pensamiento no divergente que lleva a la felicidad y a la maravillosidad, me imagino.
El primer problema es el pensamiento, putos autistas asquerosos que se atreven a pensar divergentemente.
Te lo digo con mi pensamiento divergente, siendo y no siendo autista.
Hay gentuza que tiene miedo a los autistas, no pueden controlar su mente con la misma facilidad con la que se controla la mente de cualquier persona.
Los autistas nos enfadamos porque constantemente tenemos que seguir normas estúpidas, como la ropa de "etiqueta" (hasta que aprendí que no significaba que debía tener una etiqueta...). Comprendo que el chándal es para eventos deportivos, pero necesito ir cómoda a todos lados, porque las etiquetas, costuras, tacones y tejidos extraños me hacen heridas y desconcentran.
Creo que hay normas que hacen infelices a los propios neurotípicos, como la hipocresía o el exceso de ruido. A mí me da gastritis. Pero nada, a seguir con sus tonterías, mientras yo tengo que vivir atosigada, exhausta, metiendo la pata inintencionadamente y en uno de estos escenarios allá por donde voy: o abusan de mi bondad, o pasan totalmente de mí.
Me gustan más los artículos de "autism speaks" y otras plataformas extranjeras.