Gallegos. Ahora, con la historia del Prestige, he vuelto a sentarme a pasar las páginas de Nos. Ya no es, por supuesto, aquella Galicia donde el pobre anciano daba su hijo para Cuba y su nieto para Melilla, y luego perdía la mísera choza por no poder pagar los impuestos. Sin embargo, quedan ecos. Aunque ese ángulo de España es moderno y mira al futuro, aún conserva desdichados aires de lo que, habiendo cambiado, nunca llegó a cambiar del todo: el lastre del caciquismo, la injusticia y el olvido.
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Así sea.
El nivel de derrota ha llegado a un nivel en el que se da por hecho el desastre y no se intenta cambiar el rumbo suicida. Hay excepciones, por supuesto: minorías ruidosas y con voluntad de cambiar la situación, pero que se ven ahogadas por una multitud zombie y apática.
Yo no me resigno, pero muchos lo han hecho y abandonado (el país, la lucha, la esperanza...)
Si no comparen estas dos frases:
- Vengo de un pueblo de gente luchadora que ni pide ni espera.
- Vengo de un pueblo de gente normal votante del pp.
Jajajajajajajajaja. Para ligar la segunda no te lleva a ninguna parte.
Y para luchar mejor, se le da mayoría absoluta a la derecha en todas las elecciones. No vayan a faltar motivos para la lucha.
El nombre oficial que aceptó Aznar me lo paso por el forro, disculpe. Escribo en castellano. Y en castellano es la Coruña.
twitter.com/perezreverte/status/402168347770368001
"Como buen gallego, Soto se dejó ahorcar sin aspavientos, mostrándose, cuentan, arrepentido, resignado y también algo chulito. Que me quiten lo bailado, debió de decir. O algo así." www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/79/un-pirata-de-verdad./
www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/96/sobre-gallegos-y-dicci
www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/77/espainia-frankeo-ordai
Uno diciendo que los percebes de este año iban a ser de escándalo. Y otra diciendo que estaban muy contentos, porque desde lo del Prestige llegaban muchos autobuses de turistas en verano que venían a conocer Muxía.
Sólo les faltó decir que por ellos, un Prestige cada noviembre.
Y en el bareto de Santiago donde yo estaba comiendo mientras salía esto por la tele, todo el que estaba atento a la tele en ese momento, se echó las manos a la cabeza diciendo: ¡qué vergüenza! La indignación del momento te aseguro que superó a lal indignación de cuando habían comentado la sentencia apenas unos minutos antes.
Carod , que no me cae simpático, ya dijo lo de "Me llamo Josep Lluis, aquí y en la China". Pues esto igual. Josep no es José. Algo que tristemente muchos foráneos no entienden.