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La "pesadilla" de los españoles para alquilar en París

Meses de búsqueda, mucho papeleo y unos precios “desorbitados”. Alquilar un apartamento en París, donde el metro cuadrado oscila entre los 20 y 33 euros, no es nada sencillo. Menos aún para algunos españoles que se marcharon a la ciudad del Sena a estudiar y trabajar y que no tardaron en darse cuenta de la “pesadilla” que les esperaba: “Esta uno tan desesperado que dice que sí a lo que sea”.

| etiquetas: alquiler , parís , vivienda
  1. Para los que luego os quejais de España, hay sitios mucho peores, y también quizás propiciado por lo buenos inquilinos que somos.
  2. También es una pesadilla para los franceses.
  3. #2 Y, sin embargo, el titular da a entender que solo les pasa a los españoles.
  4. Edito y borro
  5. Doy fé. Hace 8 años ya trabajé en un estudio de arquitectura cojonudo en esa capital. El trabajo genial pero la vivienda... Una putada.
    Primero me acogió un colega que ya tenía a varios más refugiados en un bajo 'patera' en St. Ouen (cómo los del artículo). Gran mercado de pulgas y yerba en cada esquina.
    Pero los dueños vendieron el piso, y aunque podíamos quedarnos por el pact d'hiver (no pueden echarte en invierno) nos equivocamos y nos fuimos de buenas.
    Encontrar el piso en esa época fué imposible, cuando por fin un amigo frances dejaba su piso en la Villette, junto al peripherique, y con la aprobación inicial del dueño, fuimos a firmar papeles y la inmobiliaria se negó por carecer de aval francés (creo que era por un año de un piso de unos 2000€/mes, unos 24.000€)
    Ya en modo emergencia pregunté a unos okupas que acababa de conocer en Montreuil y no tuvieron problema en dejarme una buhardilla sobre un restaurante abandonado anejo a su casa. La buhardilla tenía una cubierta muy deficiente pero le hice un buen apaño con el dinero que me ahorraba. Allí estuve casi todo el año usando la cocina y los baños del restaurante, y esporádicamente los de la casa de los compañeros. Muy agusto la verdad salvo por las raves que se montaban cada mes.
    Pero aquello tenía fecha de derribo, y había un trato para irse por las buenas, así que era entrar en un hotelito abandonado con mis nuevos compañeros (palanca mediante)... O buscarme la vida y estuve un mes entre las camas de varios amigos por todo Paris con la maleta ya recogida esperando a acabar el proyecto y pirarme. También fue curioso como me adapte a la vida nómada total, pero evidentemente no podía durar...
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menéame