El pescador Mehmet Soysal reacciona con grandes reflejos y salva la vida del niño cuyo carrito se dirigía con gran velocidad hacia el borde de un acantilado.
Menos mal que lo pilló a tiempo, parece que el niño no tiene aborchado el arnés de seguridad. La leche ha sido antológica, pero si llega a franarlo el muro se abre la cabeza entera.
static3.nydailynews.com/polopoly_fs/1.2084225.1421698293!/img/httpImag