Una madre, A.M.V., de 42 años, deberá sentarse en el banquillo acusada de un delito de lesiones con uso de arma tras agredir con un cuchillo de cocina al hombre que estaba pegando a su hija ([en el interior de su domicilio]), un joven de 23 años, D.G.H., que no aceptaba la ruptura sentimental.
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"Al joven el Ministerio Fiscal le imputa cuatro delitos de maltrato en el ámbito de la violencia sobre la mujer y un delito de allanamiento de morada por los que le reclama tres años y medio de cárcel y quince años de prohibición de comunicarse o acercarse con su expareja, así como otros tres años de alejamiento de la madre de ésta. También le reclama 120 euros por las lesiones que presentaba la chica. En el caso del joven, Fiscalía contempla el agravante de parentesco."
Después de leer el relato me parece que no actúo bien, pero dadas las circuntanscias es imposible quedarse plantado a ver qué es actuar bien, simplemente reaccionas mal o bien, pero es una reacción instintiva. Así como cuando alguien se te atraviesa en una autopista.
Eso sí, si no llega a entrar en la cárcel me parece que la condena es el "compromiso" al que llego el juez para no tener que hacer demasiadas acrobacias.