Uno de los intervinientes en un acto cultural en la Casa de Cultura de Mieres fue multado por la Policía Local por aparcamiento indebido. El invitado había estacionado su vehículo en el lugar que le indicó la organización, una zona reservada frente al centro. Sin embargo, el agente no entendió la autorización, escrita en asturiano. A primera hora de ayer la dirección de la Casa de Cultura informó directamente al Alcalde. Lo hizo por escrito, esperando que se tomaran medidas para que los hechos nos se volvieran a repetir. Sin embargo...
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A la Alcaldía llegó a primera hora de la mañana un escrito del director de la Casa de Cultura, Ismael González Arias, denunciando, con tono irónico, no exento de cabreo, los hechos. El responsable del centro, en la carta, "felicita" al Gobierno local por el "celo" de los agentes municipales a la hora de cumplir con sus obligaciones y se ofrece a dar "clase de bable" a aquellos policías que así lo requieran y, añade, también de castellano ya que en el texto de la multa "había faltas de ortografía".
Actualmente el bable no es lengua cooficial por lo cual no veo porque meterse con la policía en un caso en el que tiene razón. Yo me metería con el que hizo la autorización mas bien.
es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_uso_y_promoción_del_asturiano
noticias.juridicas.com/base_datos/CCAA/as-l1-1998.html
Así que, en realidad, el policía no tiene razón.
Lo que se debería exigir a cualquiera que optase a una plaza pública es conocer todas las lenguas oficiales, para que los ciudadanos pudiesen ejercer su derecho a expresarse en la lengua que quisieran.
Eso de co-oficial es un invento para intentar degradar las lenguas que no son la sacrosanta lengua común a la que, casualmente, nunca se la llama co-oficial.
O eso dicen.
Y que algo tan evidente y casi de perogrullo suponga tanta polémica tiene narices, la verdad.
Artículo 4 Uso administrativo
1. Todos los ciudadanos tienen derecho a emplear el bable/asturiano y a expresarse en él, de palabra y por escrito.
2. Se tendrá por válido a todos los efectos el uso del bable/asturiano en las comunicaciones orales o escritas de los ciudadanos con el Principado de Asturias.
Por tanto, para el caso que nos ocupa es como si fuera lengua oficial. Pensaba que se sobreentendía, pero veo que no.
Mira qué fácil, hemos eliminado el coste y los ciudadanos pueden ser atendidos en su lengua. Todos ganamos.
Para un puesto de trabajo hay que exigir los conocimientos necesarios, pero no tiene sentido exigir más. En todo caso se podrían valorar como mérito, siempre y cuando tengan alguna utilidad. Y me temo que saber euskera en Tenerife no tiene excesiva utilidad, y no tiene mucho sentido que alguien pase por delante de otro en una oposición simplemente por eso.
Y eso de que es injusto porque unos estarían más beneficiados que otros, tiene respuesta fácil: los derechos de los ciudadanos están por encima de los de los funcionarios. Pero lo que no puede ser es que para que los funcionarios tengan más opciones en las oposiciones, los que acaben jodidos sean los ciudadanos, quitándoles el derecho a dirigirse a la administración en la lengua que prefieran.
Y sí, es un agravio comparativo, y los aspirantes a funcionario de fuera de, pongamos, Cataluña, tienen menos opciones de opositar que los que son catalanes. Y es una pena, pero es que si para solucionar el problema de 50.000 opositores hay que cargarse los derechos de 9 millones de ciudadanos, que tienen todo el derecho del mundo a que les atiendan en la lengua de su elección, pues apañados estamos. Como he dicho más arriba, los derechos de los funcionarios (y aspirantes) acaban donde empiezan los de los ciudadanos. Faltaría más.
La realidad es la que es, y si en una comunidad se hablan dos lenguas, los que hablen las dos tendrán más ventajas que los que sólo hablen una. Pero no es sólo para ser funcionario, sino para buscar cualquier otro trabajo.
Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
En definitiva, que en las comunidades con lengua propia las dos lenguas son exactamente iguales. No vale coger sólo la frase que nos interese.
Snobismo paleto...
Más allá de lo que diga la Constitución, hay una ley que regula que el bable puede ser usado para dirigirse a la administración. Por tanto, a efectos prácticos es como si fuera oficial.
Los derechos de los ciudadanos van primero. Los de los funcionarios, después. Creo que no es tan difícil, ¿no?