Otros años, la fiesta del Orgullo ya tenía las reservas hoteleras al 90 por ciento, pero la situación hoy en día es bien distinta. Una semana después de la apertura de fronteras, apenas hay turistas. “No existen visitantes extranjeros en nuestra ciudad de momento” lamenta uno de los hosteleros. “Nosotros no creemos que el turismo se vaya a recuperar tan fácilmente” reconoce otro de los consultados
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Igual es un poco pronto para sacar los palillos y pontificar sobre porque la gente no ha ido a Madrid una semana después de la apertura de fronteras y sin casi vuelos.
Yo creo que hasta mediados de julio no tendremos una idea realista sobre como va ser la temporada turística y podamos sacar los palillos a pasear con cualquiera de los dos discursos predefinidos. “Si es que no se podía saber... no viene ni dios por la pandemia” o.... “Si es que no se podía saber... abrimos las fronteras y se nos llena de descerebrados”.
Si cierran unos bares ya abrirán otros, a ver si ahora también vamos a tener que rescatar con dinero público a baretos ruinoso.
Con lo bien que lo ha hecho allí, no como el Gobierno en Madrid.
Tal vez tendrías que ser tú quien explicases porque debemos considerar a los bares patrimonio de la humanidad.