Aprendió a programar con ayuda de un libro a los nueve años de edad y, al cabo de doce meses, dominaba varios lenguajes de programación. Aficionado a los juegos en el móvil, pronto completó sus primeras creaciones en flash. Cuando sus padres se quedaron en paro en la deprimida Irlanda, con 11 años creó Casey Games. Al poco de crearla su primer juego Alien Balls Vs. Humans se convierte en un topsales de la AppStore, sólo con la ayuda esporádica de un diseñador inglés de 15 años, que sigue en el instituto y deja de trabajar en época de exámenes.
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Este chaval es un genio
En cualquier caso, en España cualquier iniciativa empresarial está condenada por un régimen corrupto y anclado en el vasallaje al poder político.
Imaginaos que en España las cosas se hicieran bien: Habría no una sino ¡MIL aplicaciones nº1 de ventas hechas por niños! ¡Buuuuah, la rehostia! ¡Todos los españoles serían directivos! ¡Todos ricos! Y todas las tías estarían buenas!