Desde que comenzaron los actos violentos el 12 de febrero pasado murieron 23 ciudadanos. En esta nota analizamos caso por caso, y anotamos una conclusión definitiva: la noticia internacional meneada una y otra vez de que en Venezuela hay una “dictadura” matando civiles pacíficos es mentira. Veamos.
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Como resumen:
"De esta forma, hay cuatro muertes que pueden atribuirse directamente a fuerzas de seguridad, aunque solo una al accionar de la Guardia Nacional Bolivariana, principal fuerza dispuesta en las calles. Luego son cuatro los ciudadanos que mueren durante protestas opositoras, pero no por acción directa comprobada de fuerzas de seguridad. Se debe sumar un asesinato por grupos no identificados y otro cuyo vínculo a los hechos de violencia debe confirmarse aún. Sumamos de esta forma diez muertes.
Las otras trece víctimas fatales mueren en episodios vinculados a las guarimbas violentas. Y de estos casos, seis son por disparos de francotiradores. De uno, especialmente sádico, el del joven motorizado, repositor de un supermercado degollado por un cable de acero dispuesto a la altura exacta para generar tal efecto, casi no se dice nada en medios internacionales, que insisten en atribuir todas las muertes a la acción de las fuerzas de seguridad."