Reflexiones sobre la necesidad de frenar la moda de los nombres vejatorios, ridículos o desopilantes. Muchos padres bautizan a sus hijos con nombres exóticos al creer que de esta manera obtendrán el éxito que acompaña a los paradigmas de nombres extranjeros que ven en la televisión. Contrariamente a lo pretendido, los nombres atípicos no solo señalan una pertenencia social específica, sino que pueden también contribuir a deprimir las oportunidades laborales y por ende a afianzar las brechas sociales.
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etiquetas: nombres exóticos , nombres extravagantes , padres , hijos
¡Vaya gilipollez!
Pe - pe - pe - pe - pe - pe - pe - pedro.
Ah! Es usted tartamudo!
No, yo no. El que era tartamudo era mi padre. Y el funcionario del registro civil era un hijo de la gran puta
Ahora tengo que pensar un poco más detenidamente si debo ponerle un nombre mallorquín o catalán a mi hijo/a que nacerá y vivirá en Andalucía...
Me parece necesario proteger a los niños de las idas de olla de sus padres.
"La Ley de Nombres Personales -explica el informe- fue dictada para proteger a los inocentes, aquellos niños que reciben la carga inmerecida e incluso cruel de nombres absurdos o idiotas".
Es que hay padres capaces de llamar Semen a su hijo. Ya ve usted.
Y eso sin mencionar los que no saben escribir un nombre extranjero, como Jhon o Yeremi y que convierten a sus hijos en invisibles civilmente (por no aparecer fácilmente en listas) como menciona el artículo.
Definitivamente, un artículo muy recomendable y sobre el que reflexionar.