Un funcionario municipal que acumulaba pruebas de la manipulación del padrón municipal para entregárselas a la policía judicial se encuentra reventado el cajón donde las guardaba. Al preguntar, su compañero le dice que lo ha hecho él por orden de la secretaria del propio Ayuntamiento, quien le dijo "que necesitaba un sello que había en el cajón para sellar un papel". Ya hay convocadas concentraciones de protesta, por este hecho y por otra serie de presiones del Ayuntamiento a sus trabajadores.
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- La Policía Judicial de Molina de Segura está investigando un presunto delito de falsedad de certificados de empadronamiento.
- El trabajador del Ayuntamiento le había colocado un candado al cajón de su mesa.
- El cajón guardaba un sello oficial, y, según el propio trabajador, pruebas de la falsedad investigada.
- Un compañero fuerza el cajón, por orden de la Secretaria del Ayuntamiento (cargo al que si no recuerdo mal se accede por oposición estatal y que exige una licenciatura en Derecho, no confundir con la secretaría del alcalde, que es un puesto "de confianza").
Y ahora las valoraciones:
- Mal rollo en el ambiente de trabajo si la gente le pone candados a los cajones (normalmente llevarían cerradura).
- El trabajador cometió una pequeña negligencia al no entregar el sello a otro responsable al marcharse de vacaciones.
- Forzar el candado es una intromisión ilegítima en la intimidad del trabajador (no puedo resistirme: los funcionarios de Las Torres de Cotillas son unos cotillas
- Puede que los documentos supuestamente sustraídos probasen algo, y puede que no.