Un placer muy propio de cenas navideñas: chupar cabezas de gambas, cigalas, carabineros y otros crustáceos. Pero la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, viene a aguar la fiesta a muchos aficionados a este rito porque «recomienda limitar su ingesta» para minimizar la exposición del consumidor al cadmio, un metal presente en las aguas marinas que contamina la carne oscura de los crustáceos, localizada fundamentalmente en la cabeza.
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Respecto a si se recomienda, o no, chupar esta "carne oscura" (ajena, evidentemente) eso ya queda a la elección personal.
www.meneame.net/story/ultimo-lenceria-braguitas-vibratorias-ligueros-c
www.ainia.es/insights/seguridad-alimentaria-y-control-de-cadmio-en-ali
"Una sobre exposición al cadmio en la dieta puede generar diarreas, dolor de estómago y vómitos más o menos severos. En función de la concentración del metal en el alimento y de la resistencia del organismo a los efectos sinérgicos o antagónicos a otros contaminantes químicos, el exceso de cadmio puede llegar a producir debilitamiento óseo, problemas renales o daños en el sistema inmune y reproductor, entre otros."
Justo lo que dice #12
Ahora.... ni se te ocurra chupar la cabeza una gamba o comerte el socarrat que la palmas en cerocoma.