Las versiones varían pero lo esencial no. El problema que siempre he tenido con esta historia es que para mí lo único que demuestra es que la arrogancia de la religión y la filosofía es peligrosa e impide el conocimiento. Porque si en lugar de ser seis sabios ciegos en la antigua India (esa India espiritual y de gran bondad e iluminación) esos seis sujetos hubieran sido seis científicos con una preparación adecuada, la historia sería distinta. Vamos a contarla.
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//Modo irónico
¿Hablan lo suficiente las disciplinas entre sí? A mí me parece que siguen sin ponerse muy de acuerdo en como es el elefante.
Así que la metáfora del elefante (la de siempre) se ajusta perfectamente a esta típica crítica de un comportamiento que es muy-muy habitual en los seres humanos.
Por supuesto que se puede cambiar la metáfora para reflejar la cooperación de los seres humanos, pero en ese caso pierde sentido y se queda en nada, pues lamentablemente lo habitual en esta sociedad es que el egocentrismo ciegue la visión de las personas, y no lo contrario. De ser la vida como ingenuamente plantea la metáfora cambiada del elefante, la vida sería maravillosa, no habría guerras y la sociedad funcionaría de un modo racional, sin parcialidades, sin tensiones egocéntricas. Pero por desgracia no es así. Ni siquiera entre los cientificos, que al igual que el resto tampoco son perfectos (los científicos del mundo real no suelen ser tan cooperativos como los de la caricatura). Son humanos y por lo tanto no están libres de los defectos habituales de la humanidad. Y la metáfora clásica del elefante al menos nos recuerda que una visión parcial no funciona, invitándonos así a la humildad.