Hace varias semanas, un familiar que ejerce la abogacía me mostró una sentencia cuyos fundamentos eran, en su práctica totalidad, una transcripción literal del escrito de conclusiones de la parte demandada. Es decir, el juez había «copiado» íntegramente los argumentos de uno de los litigantes y los había «pegado» en la sentencia que resolvía el caso, haciéndolos pasar como razonamientos propios. Ni siquiera se había molestado en depurar el texto transcrito, pues trasladaba fielmente a la resolución judicial hasta las erratas, las faltas de…
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etiquetas: sociedad , tribunales , sentencias , corta , pega , conclusiones , parte
No se como serán las judicaturas de los países desarrollados de la UE u otros sitios, lo que si que deja patente este buen artículo es que la judicatura española hace aguas por doquier.
Recomiendo encarecidamente su lectura.
Buen envío # 0
A esto lo llama "copisprudencia" mi amigo Jacobo Dopico.
En el artículo se habla de que es una práctica común ese "corta-pega", pero no da datos reales que permitan ver qué porcentaje permite al autor del artículo afirmar que se trata de una "práctica común" sin más fuente que lo que han comentado "varios abogados en Twitter" aparte del abogado familiar suyo.
Solo en Madrid capital un juzgado de primera instancia dicta alrededor de 300 sentencias al año. Son más de 100 juzgados de ese tipo. A esos hay que sumar todos los sociales, contenciosos, mercantiles y los diversos tipo de penales de cada comunidad autónoma. Al final tenemos decenas de miles de sentencias al año en España. Cuántas son copia-pega para poner el grito en el cielo?
Por otro lado, y no menos importante, cualquier sentencia (o la inmensa mayoría) por zafia que sea es recurrible en apelación y, en su caso, casación.
En mi opinión, a veces de genera un ruido que no tiene más fundamento que el querer desacreditar una justicia que, a pesar de sus escasos recursos, resulta en líneas generales eficiente. Más allá de hechos que puedan eventualmente convertirse en noticia por una mala praxis.