Detallado artículo, con casos concretos, en donde se analizan las consecuencias de la llamada medicina alternativa y otras consideraciones sobre sus terapias.
Esto es como la gente que se va a un masajista por no pagar a un fisioterapeuta, y no sabe que hacen cursillos de 3 semanas y que luego se ponen a hacer sin tener ni idea. Es imprescindible ponerse en manos de profesionales de la salud, y si hay que rascarse el bolsillo, la salud es lo más preciado.
Me siento totalmente identíficado con el texto, pues mi abuela tiene un quiste gigante en la ñeca y se empeña en seguir con el hijo de puta homeópeta, el mismo que me "trató" mi asma cuando pequeño y mi colon irritable cuando joven, ambas obviamente lejos de mejorar, empeoraron. Cabronazos estafadores, con la salud no se juega.