El uso de una estación de trabajo de audio digital totalmente funcional, o DAW, es una necesidad informática sólo para los audiófilos, músicos y aquellos que empaquetan contenido de audio y vídeo. Si encajas en una de estas categorías y no conoces Ardour, puedes sorprenderte gratamente de su potencia y de su relativa facilidad de uso.
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Me alegro mucho de que haya software que alcance estas cotas de calidad respetando la libertad del usuario y siendo transparente en lugar de utilizarlo y exprimirlo.
La única alternativa equiparable a Ableton Live que conozco para Linux es Bitwig, pero no es FOSS.
Efectivamente, por eso digo que Pro Tools, Reaper o Ardour no son una alternativa a Ableton Live, por la falta de esa funcionalidad.
En cuanto a la grabación y mezcla multipista, tampoco se puede decir que Ableton Live sea tan versátil como Pro Tools o Reaper, sobre todo en temas como el enrutado de pistas o en la capacidad de procesamiento, pero desde luego es lo suficientemente versátil como para cubrir las necesidades de la mayoría de los usuarios.