¡Qué alegría! Hoy dormiré mejor sabiendo que aunque la mitad de mi círculo social está en el paro, Carmen Lomana y sus chupiamiguitas pueden seguir comprando en Prada sin que se les oxiden los anillacos de oro
¡Ojo! ¡No se alegren tan rápido! ¡que los sufridos súper ricos pude que no tengan qué regalarse en Navidades! Igual debiéramos solidarizarnos con ellos haciendo de oompa loompas en nuestras horas libres.
Cuanto han debido sufrir.