El Tribunal Supremo ha condenado al alcalde de Vila-Real, Manuel Vilanova (Partido Popular) a un año y medio de cárcel y ocho años de inhabilitación por un delito de prevaricación, al consentir “de forma deliberada” la emisión ilegal de ruidos de una empresa, que generó numerosas quejas vecinales. El Supremo “desestima la opción de multa” al considerar que “sería satisfecha incluso con cargo a las arcas municipales, agravando la situación de los vecinos”, y considera que la citada pena es la que se ajusta “a la gravedad de su conducta”.
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etiquetas: justicia , alcalde , prevaricador
Deben responder delante la gente y la justicia.
Un político solo es un funcionario más que trabaja para nosotros. (sin querer molestar a los funcionarios)
Por cierto, te me has adelantado inquedanzas, ahora la iba a publicar.
Un saludo.
Espero que sirva como ejemplo y que el resto de alcaldes impida que la gente que quiera beber y armar escándalo lo haga cerca de viviendas.
Que mi abuelita no puede dormir :).