La llegada de Fraga Iribarne supone un auténtico terremoto para la prensa en general y para los tebeos en particular. Se establece una nueva “corrección” entre los habitantes de las viñetas que ya no pueden hacer mofa de la autoridad ni vivir de la mendicidad ni propiciar situaciones truculentas ni exhibir comportamientos desaforados… Y los tebeos de aventuras también deben bajar el listón. La prohibición de representar muertes y enfrentamientos violentos les hace perder dramatismo convirtiéndose en parodias de sí mismos.
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Con la censura, paradójicamente (paradójicamente porque la censura es una mierda venga de donde venga), dieron un giro a un humor más blanco y más sano. La corrección política de entonces recuerda un poco a la de ahora. Pero claro, eran comics infantiles, no para adultos. Ahora esa correción política también se aplica a obras para adultos.
¡Imposible! ¡Era un gran demócrata y defensor de las libertades!
Falso Y es lo único que he comprobado del artículo (no me voy a molestar en más), ya que me extrañaba que lo que fue un nombramiento "aperturista" para lo que era el régimen franquista de la época, ahora se dijera que fue todo lo contrario. Al parecer no es suficiente con contar la verdad de un régimen asesino y liberticida. Hay que contar mentiras también:
Pulgarcito nº 2006 (13 de octubre de 1969):
Menudo país...
La realidad es que Fraga fue, para su tiempo y en una dictadura, un aperturista. De hecho tuvo muchos enemigos por ello.
Voy a entresacar lo mejor de su biografía (lo peor ya lo conocemos). Como ves, puede que fuera un auténtico facha de la "historia reciente", pero desde luego no fue el peor de la "prehistoria". Imagínate como eran los otros, que este el el aperturista...
"Su primer cargo político relevante fue el de Ministro de Información y Turismo, que ejerció desde el 10 de julio de 1962 hasta 1969 (...) A lo largo de la década en que estuvo al cargo del ministerio, Fraga se convirtió en uno de los dos principales representantes (el otro era José Solís Ruiz) del llamado «sector reformista» (frente al «inmovilista») del régimen.
(...) En cuanto a su labor ministerial, Fraga promovió el desarrollo de la industria turística; de estos años es el eslogan Spain is different! ("¡España es diferente!"), Los ingresos por turismo se convirtieron rápidamente en el principal capítulo de la economía nacional y, sumados a los envíos del numeroso contingente de emigrantes, sirvieron para permitir una mejora considerable de las condiciones de vida de los españoles a través de la entrada de divisas. Como una consecuencia indirecta, las nuevas costumbres traídas por los turistas se convirtieron en un factor más de debilitamiento del régimen
(..) La Ley de Prensa que Fraga presentó en 1966 (y que se había ido gestando durante la etapa de su antecesor en el cargo Gabriel Arias Salgado) constituyó el punto de partida del llamado «proceso de institucionalización» del régimen, que tenía como fin ofrecer una imagen de tolerancia, sobre todo de puertas afuera. En este sentido, la «Ley Fraga» propició que pudiese emerger la cultura liberal con la aparición de revistas y publicaciones que no pertenecían a la prensa del Movimiento, como Triunfo, Cuadernos para el Diálogo o el diario Madrid. (..) La Ley, que se aprobó en contra de la opinión de Carrero Blanco y la indiferencia de Franco, regulaba la libertad de expresión para salvaguardar el Régimen, estableciendo unos límites muy ambiguos (que, en todo caso, serían precisados por los tribunales) a la hora de tolerar la crítica o puesta en cuestión del propio Régimen.
(...) La conflictividad política y social que se incrementó entre 1965 y 1969, animó a los sectores inmovilistas del régimen a imponer de nuevo la censura previa, que dio por finiquitada la ley de Prensa. (...) En 1967 se encargó también de la Ley de Libertad Religiosa, que supone
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