Transición a una nueva normalidad

  • Cláusula de exención de responsabilidad: si no te caigo bien, si no te gustan los escritos con carga personal, si no te gustan las ambulancias de lloricas, perder el tiempo o los maricas rojos... mejor ahórrate esto y no lo leas.

Pensé, al pincipio de la cuarentena, que algo positivo tenía que sacar de toda esta situación de mierda.

Reincidir encerrado en mis bucles personales, durante tanto tiempo, no podía traerme nada bueno. Si a caso, como cualquier cosa que gire orbitando una enorme masa, sólo habría caído más y más.

Así que, después de hacerlo empedernidamente desde los 18 años, dejé de fumar. Empecé a hacer más deporte, dentro de casa, claro. Tomo menos café y procuro usar algo de crema hidratante (la más básica) para evitar en lo posible las arrugas que me han traído los disgustos del puto bichito... y dediqué mucho tiempo, mientras caminaba mi vivienda arriba y abajo como el patio de una cárcel, a elucubrar nuevas maneras de ganarme la vida sin poner todos los huevos en la misma cesta, como ya tuve que hacer tras 2008.

Soy de esa generación olvidada y despreciada, que no perdida, que ya lleva dos de esas crisis únicas en la vida. Y lo que te rondaré morena. Oye, a estas alturas... lo que nos echen.

Ahora parece que toca "desescalada", un término sobre el terminar al que no acabo de acostumbrarme. A mi me recuerda más a la descolada que a ninguna otra cosa. Y ya he avisado en casa de que una segunda ola (y puede que más hasta que haya tratamiento o vacuna) es casi inevitable. De modo que mientras ahí fuera otros corren sin costumbre y por tanto con mucho flato, yo ando pensando en cómo montar un huerto en casa. Quizá un invernadero en la cochera. Plantar para comer, pero en esas condiciones... eso sí que sería tan nuevo como normal.

Pero anoche mientras leía Menéame me llamó una amiga y, hastiado por los bulos y la ideologización constante de la web (y de estos tiempos en general), me descubrí a mi mismo hablando con ella en una clara actitud y tono agrios. Aun no teniendo nada que ver con ella... estaba muy quemado y esa actitud traspasó el teclado y la pantalla para reflejarse en mi vida real. Y tuve una revelación: Menéame es otro de mis bucles. Lo ha sido desde 2007, cuando descubrí esta web después de años y años de boards, salas de IRC y foros de discusión.

Antaño la discusión con otros era sana para mi salud mental, sobre todo porque me servía para escribir, ordenar y finalmente expresar mis ideas. Sobre todo por que tratabas con personas más o menos reales, que al final te ayudaban a ver la vida desde otras posturas y lugares. Y nada malo puede salir de eso: yo, que siempre he sido de decir ACAB, acabé incluso llorando cual magdalena la pérdida de un interlocutor policía, al que el puto cáncer se llevó en menos tiempo de lo que dura una pompa de jabón. Ese tipo de putadas te enseñan mucho de la vida. De que nada es blaco y negro.

Volviendo a mi amiga, la mas querida, y al descubrirme quemado y llevando esa quemazón al mundo real, con personas a las que quiero mucho... analicé la situación hasta concluir que mi bucle aquí, además, ha descarrilado por la era del astroturfing: conforme la red se ha vaciado de nicknames, para llenarse de nombres y perfiles supuestamente reales... todo se ha convertido en una incabable mentira de bots y personas que hablan mucho, pero realmente no existen como tales. Ya no quedan ganas de entenderse o aprender, sólo la intención de vender... ideas, marcas, productos, partidos, perfiles... que ya no tienen nada de real. Como si se tratase de una oda a mi novela preferida, la red se ha convertido en un Gran Hermano del que no poder fiarse nunca:

Bajo el nogal de las ramas extendidas, yo te vendí y tú me vendiste.

1984 - G. Orwell

Así que me ha dado por pensar que, si he sido capaz de dejar el puto tabaco, no voy a permitirme ahora caer en otra droga... y menos tan perniciosa como para que me robe no ya el tiempo, si no la energía o la alegría, incluso con aquellos a los que más quiero. No me va nada en esto más que el informarme y la comunicación por la comunicación. Y si ambos han dejado de existir de manerar mínimamente real, para convertirse en un spot publicitario constante disfrazado de conversacón casual... entonces esto ya no tiene nada que ofrecerme. Sin acritud: Mi nueva normalidad no cabe en este agregador pequeño.

Voy a publicar este artículo, y después de unos días entraré a borrar mi usuario, porque pase lo que pase este es un viaje sin retorno. Aviso de que si en el futuro alguien recupera este nick, con la intencionalida que sea, no sere yo.

Esta es mi última calada, del último pitillo, de este último paquete.

Nos vemos ahí fuera. A todas las personas de verdad con las que he tratado (con otro dos nicks más) en estos trece años... fueseis como fueseis, pensaseis como pensaseis, estéis ya o no: muchas gracias, mucha suerte.

Fdo: VladTaneev. Anarcosocialísticointernacionalidoso. Nacido un milenio antes de tiempo. Creador multidisciplinar. Pansexual hetero-romántico. ¡Socialismo libertario e internacionalismo... o barbarie y extinción!