Los pueblos afectados por la instalación de explotaciones porcinas de gran tamaño se dividen entre aceptarlas o plantar cara. En Cerecinos de Campos, la quietud reina sin oposición durante el mediodía de un lunes de enero. El movimiento solo se percibe en los camiones que salen de la autovía para detenerse a comer en el restaurante del pueblo, en cuyo interior hay amplia mayoría de forasteros. Por sus calles, tampoco hay rastro de carteles o pancartas, pero una parte de su población lleva tres años movilizada contra la instalación de un negocio
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www.lavanguardia.com/vida/20200506/481000886845/la-mitad-de-las-fuente
Hay olores todas las noches cuando ventilan, sobre todo en verano, cuando extraen el purín y lo extienden como abono natural en las tierras de labranza, el olor es inimaginable.
Y no, no crean trabajo. Los dueños son los únicos que trabajan en ellas porque está todo mecanizado.
La gente protesta? Sí, en la barra del bar. Después, le siguen votando a los mimos.
Que Zamora esté coma está, se lo han ganado a pulso los que en ella viven aún. Son unos zoquetes que prefieren lo malo conocido que lo bueno por conocer.