No; ni eran locos, ni fanáticos, ni chicos sin estudios a los que el Estado había lavado el cerebro. Su perfil se correspondía, más bien, con el de prometedores estudiantes especializados en derecho, literatura y arte a los que su sentido del deber les llevaba a poner la vida al servicio de Japón para conseguir detener el avance Aliado en el frente del Pacífico.
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etiquetas: confesiones , pilotos , kamikazes , padres , segunda guerra mundial
- Pero ponte una rebequita, que refresca!!!
barruntar: 1. tr. Prever, conjeturar o presentir algo por alguna señal o indicio.
taimado, da: 1. adj. Bellaco, astuto, disimulado y pronto en advertirlo todo. U. t. c. s.
Pobre idioma...