Un estudio llevado a cabo en el Reino Unido ha descubierto algunos asombrosos resultados tras encuestar a 1.700 vegetarianos sobre sus hábitos alimenticios. Por ejemplo, que un 37% de los encuestados reconoció que comía carne después de haber bebido más de la cuenta. Lo cortés no quita lo valiente.
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Un estudio llevado a cabo en el Reino Unido ha descubierto algunos asombrosos resultados tras encuestar a 1.700 vegetarianos sobre sus hábitos alimenticios.
Con una muestra de 1700 personas, el estudio como que muy fiable no es...
- Depende, la sangría va muy cargada ?
Y aunque las veganas prefieran nabo, borrachas no distinguen
O de psicomagia, o de astrología, o de <inserte aquí su invención más descabellada>...
#10 Prefiero la alimentación macrobichotica: cuanto más grande el bicho que me voy a comer, mejor...
Si los 1700 vegetarianos son chicas de 20 años del mismo barrio de Londres con el mismo nivel social y cultural..., pues no.
Por otro lado, estando borracho seguro que mas de uno por aquí hasta votaría al pepé o cualquier otra barbaridad en contra de sus principios.
No creo que tenga nada de malo darse un capricho y reconocer que la carne es débil... y deliciosa. Lo único que vería mal es que esos mismos vegetas que admiten comer cuando beben, fueran del tipo veganoplasta que te reprochan hasta comerte un poco de queso o añadirle una gota de miel al té.
En mi caso, cuando me paso con la bebida, tengo la costumbre de contestar. No, no es que me vuelva una descarada, es que me hacen una pregunta y la contesto, sea cual sea. Y a veces, no hace falta ni hacerme la pregunta. Una vez, estábamos fumando cachimba con un poco de magia y hablando de tatuajes y modificaciones corporales; mientras que todos teníamos ganas de hacernos algún tatuaje, ninguno queríamos hacernos un piercing, y alguien dijo que eso de perforarse el frenillo, el clítoris o los pezones, sería demasiado doloroso para él, "y paso, que hasta se te pueden infectar los pezones", dijo. "Los míos son rosas", apostillé. Tres pares de ojos se volvieron a mirarme, y entonces los engranajes de mi cerebro giraron y sonó la campanita. Me di cuenta de QUÉ había dicho. Empecé a ponerme colorada, colorada, solté la risa, y aquéllo fue EL DESHUEVE. Si no nos tiramos un cuarto de hora sin poder parar de reír, no fue nada. Desde entonces, a veces me llaman "pezones rosas".
www.telegraph.co.uk/news/uknews/11918091/A-third-of-vegetarians-eat-me
Todo el mundo sabe que los ingleses borrachos no tienen cerebro, no cuenta esa conclusión para el resto.
Por otro lado, su anécdota me ha parecido muy graciosa y el mote surgido de la misma muy divertido
Pero no espero que lo entiendas...