El lendakari, Iñigo Urkullu, ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cada comunidad autónoma pueda decidir qué actividades económicas son esenciales y pueden continuar, y cuáles deben parar su actividad a partir de mañana para frenar la expansión del coronavirus.
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Resulta que hay empresas "no esenciales" que se pueden ir a tomar por saco y serán empleos que no se recuperarán en años.
Empieza la otra parte del drama.
No habla de la incidencia de la movilidad en nuevos contagios, ni de la contradicción entre medidas particulares de aislamiento y el forzoso contacto en transportes colectivos y lugares de trabajo y el posterior aumento del riesgo de transmisión. Así es muy difícil defender que ir acompañado de tu pareja a comprar es una actitud peligrosa y denunciable si luego tienes que juntarte con decenas en el trabajo, por ejemplo, aunque no es mi caso.
El gobierno español, tarde tal vez, ha visto que las medidas actuales no son suficientes. En una estelar intervención del responsable de política institucional del PNV, Koldo Mediavilla, llamaba demagogos a los que propugnaban esta medida ¿Es ésta una falsa promesa popular pero difícil de cumplir para convencer al pueblo y convertirlo en instrumento de la propia ambición política?. No. Es una medida dura, impopular y muy difícil, pero necesaria porque cada día que pasa con esta "cuarentena laxa" es un día más de expansión exponencial.
Los que aprovechan para atacar el estado de las autonomías es que no saben en qué país viven, por qué hay autonomías y por qué algunos preferimos la gestión cercana de nuestros asuntos, aunque no estemos de acuerdo con todas las medidas que se adoptan, como es mi caso.
Mejor incluso por escalera de cada edificio!
O cada vivienda!!!
Bastante caos tenemos con el sistema sanitario y sus suministros.
Que luego las comunidades limítrofes sufren al no parar la orda de domingueros que van a Cantabria a expander el virus como consecuencia de vuestras decisiones
Pues eso, que cada uno decida si su trabajo es esencial o no