Picciolini, de 43 años, perteneció a la primera generación de skinheads en Estados Unidos. Organizó a grupos neonazis, difundió su propaganda por todo el país, aborreció y golpeó a los que no pensaban como él y se tatuó su ideología en el cuerpo. Ahora ayuda a extremistas a abandonar el camino del odio, un giro de 180 grados que sabe que se puede dar. Él es el ejemplo.
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“El odio nace de la ignorancia; el miedo es su padre y el aislamiento es su madre”, “es fácil culpar a otros de un problema que tienes tú”
Pues resulta que en los 80 eran 4 gatos. Sorprendente. Yo pensaba que precisamente los 80 fue su época "dorada".
Por cierto: Christian Picciolini hace el saludo nazi frente al campo de concentración de Dachau (Alemania) en 1992.