(C&P) (...) Todo esto lo que nos deja es una estructura política con un único actor central: el partido político. Hoy por hoy, los partidos ocupan todas las esferas de la sociedad española: están en los 3 poderes, los medios de comunicación son básicamente de un u otro partido (...), están en las universidades, en los sindicatos... En España es relativamente complicado permanecer independiente, y la mayor parte de la gente se define más o menos como seguidora de un u otro partido, aún cuando las diferencias entre ellos son cada vez menores.
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#4 Desde luego que sí.
Y es tan sencillo, como asomarse a la realidad , y ver que políticas y leyes se aprueban y a quién benefician. Eso sí, por el bien de la economía, casualmente la economía siempre va ir mejor cuando más beneficie a los que están arriba de la pirámide.
Y en eso los políticos españoles son unos auténticos maestros. Nos hacen creer que tenemos libertad para hacer lo que queramos cuando realmente sol ellos mismos los que cortan esas libertades.
el problema es nuestra propia inmadurez y la de los políticos, difícilmente vamos a arreglar esto.
Y es que, para más inri, los partidos modernos no son la expresión de la voluntad del pueblo o sus intereses, sino que en su intención de abarcar cuanta mayor cantidad de población posible mejor, se han transformado en productos políticos diseñados con cuidadosas campañas de marketing para poder atraer al mayor número posible de gente que se pueda identificar con ellos. No defienden realmente posiciones ideológicas diferentes (como prueba la gran cantidad de cosas que hacen de la misma manera unos y otros, por mucho que se increpen en el Congreso), sino que mantienen un conjunto de idearios más o menos comunes, con pequeñas variaciones para atraer a distintos sectores de la población más o menos "voluble" que queda en el medio entre ellos.