Escuchar música de camino al parque, en el autobús o haciendo deporte. Hace 30 años que la música se vino con nosotros, dejó de estar estática en casa y nos acompañó a todas partes. El boom que nació allá por la década de los 80 trajo unos reproductores portátiles de casete que revolucionarían el consumo musical.
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etiquetas: walkman , h.ear on , historia , sony
Era un formato muy bueno, una pena que no siguieran en esa línea. Como sustituto del CD le da mil vueltas.
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A mi me ha convencido mucho más la combinación Spotify + Monitores de estudio para la música ya que fuera de casa me apaño con el móvil y youtube.
Incluso en la versión free con anuncios la calidad del streaming es muy superior respecto al mp3 y ya ni te cuento como se escucha con los monitores de estudio que no colorean.
El espectro audible del oído humano va de los 20 Hz a los 20 kHz, y no es un promedio, sino el máximo de los máximos, que tendría alguien con muy buen oído, y muy joven (con la edad se pierde). Y los CDs y compañía que muestrean a 44 no sólo cubren ese rango, sino que añaden un poco más para llegar a los 22 kHz. Y las matemáticas son tozudas, y el teorema de Nyquist dice que si muestreas a 44 kHz, puedes representar perfectamente (no como aproximación, sino exactamente) una señal de 22 kHz, por lo que esa gráfica de barras mostrando que las barras más pequeñas representan mejor la señal es directamente un sinsentido. Los 44 kHz cubren perfectamente todo el espectro audible, además con margen considerable por si un día un X-Men nos compra un walkman.
Por decirlo claramente, muestrear a 96 kHz es, directamente, tirar el ancho de banda, y sería parecido a que los vídeos almacenasen también la banda infrarroja o ultravioleta del espectro visual. En este caso, es simplemente puro márqueting, para dar un toque cool que es pura fachada.