A principios de los años 50, Ernesto Guevara era un joven estudiante de medicina enamorado e idealista, lleno de lecturas, curiosidad e inquietudes. El periplo que a los 24 años realizó por buena parte de Sudamérica acabó siendo mucho más que unas vacaciones aventureras: fue un verdadero viaje iniciático que hoy siguen evocando sus familiares y amigos de infancia, y que quedó registrado en un apasionado diario íntimo. Fue entonces cuando Ernesto Guevara empezó a convertirse en el futuro Che.
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Después de los campos de reeducación y concentración yankis.
www.dw.com/es/ee-uu-el-trauma-de-la-curación-de-la-homosexualidad/a-4
Es poner ciertas palabras claves en el titular y acuden como piara a la hora de tirar el pienso.
Esta crítica al Che adolece de presentismo, lo que se traduce en un error de interpretación al descontextualizar al personaje y analizarlo con la mentalidad actual.
La diferencia realmente está en que los que creían en el Che han evolucionado e integrado en sus ideales la defensa de los derechos de los gays (y otros colectivos). Mientras que los que de oponían al Che siguen siendo mayoritariamente homófobos.
La lucha por los derechos de los homosexuales es asimilada por la izquierda como consecuencia de las huelgas mineras contra Thatcher. Es ahí donde los gays deciden apoyar a los mineros y dónde como consecuencia estos empiezan a asumir en sus ideales la lucha de los homosexuales. Esto se extiende luego a otros países de Occidente, las ideas no tienen fronteras. Y esto sucede bastante después de la muerte del Che.
Analizar al Che en base a sus ideas sobre la homosexualidad cuando la homosexualidad era una lucha que aún no había empezado a visualizarse es, cuanto menos, pretencioso, y bastante ridículo, pero sin duda, es un error de presentismo. El presentismo es también un forma de manipulación. Cc #1
Si tu disparas, espérate una respuesta amijo.