Israel tenía que haber respondido a los ataques con operaciones similares a las famosas Primavera de Juventud y Cólera De Dios. Ahora ya no hay remedio, tal ha sido la desproporción de la respuesta.
En Euskadi no entra la extrema derecha porque hay otra extrema. Una extrema que hace años hacía política dando tiros en la nuca (que se lo digan a la familia de Gregorio Ordóñez, por ejemplo). Que sí, que ha habido juicios y condenas y todo lo que queráis, que si el franquismo y la transición, pero ya vale de dar ejemplos, que se os ve el plumero.
Pues en el País Vasco llevamos décadas en las que el abertxalismo, ese que quemaba contenedores y pintaba dianas con el nombre de los que no pasaban por el aro, es la opción preferida de la juventud; tanto así que ahora son la segunda fuerza más votada. Pero hay víctimas y víctimas, ¿verdad?
Hay una burbuja hostelera. Muchísimos locales y poca calidad. Además está el factor psicológico: el españolito mileurista que se cree superior porque en el bar de la esquina le ponen caña y tapa por menos de dos euros. El día que se dé cuenta de que es pobre, a lo mejor empieza a plantearse cosas.
Es que si no cedes te envían un millón de pobres marroquíes desarrapados que te colapsan la sanidad, la educación y los servicios sociales. Y además, esos pobres marroquíes son carne de cañón para explotadores sin escrúpulos.
Pongamos las cosas en contexto. La agresión vino motivada por unos comentarios muy desafortunados del cómico sobre el hijo del agresor. El cómico se disculpó después de ser agredido y el agresor aceptó las disculpas. Todo está en X.
#7 Muy pocos seres humanos en el mundo tienen la capacidad de revisar millones de líneas de código para saber qué hace el programa. ¿Quién me garantiza que esos seres humanos son de fiar?
#36 Parece que los puntos 6, 9 y 15 no te han gustado. Si los quitas, junto con el que habla de arpías, nos queda un panfleto canónico de MNM. Pero claro, a mi hecho diferencial ni tocarlo, fascista.
#16 Es verdad, como los políticos de Bildu, que defendían lo indefendible y ahora, con unas condenas a la violencia (a toda la violencia) y unas declaraciones almibaradas, se quieren aprovechar de la coyuntura para quedar como menos radicales. Eso tampoco les hace buenos.