¿Alguien me dice qué es lo contrario de gentrificación? ¿Abandono? ¿Geriatrización? ¿Mad max urbano? ¿Trainspotting?
El movimiento abrillantapobres inventó hace tiempo esta nueva palabra para cargar de energía negativa el proceso según el cual, un barrio va mejorando de aspecto hasta que sube su precio porque atrae a más personas de rentas más altas, lo que acaba por expulsar a sus originales pobladores humildes.
Suena triste. Casi tan triste como lo que sucede en los pequeños pueblos de la montaña, sí, esos que os la sudan a los urbanitas que defendéis más al lobo que al pastor.
Es triste que tu entorno se vaya marchitando. Es triste que tu gente se vaya al cementerio o al exilio, por razones de edad, sociales y económicas, pero en los pueblos del interior, en León concretamente, estamos bastante acostumbrados a eso y no podemos menos que descojonarnos cuando alguien viene con la cosa de la gentrificación.
No me jodáis: ojalá mi pueblo, de 180 habitantes, se gentrificase hasta las cachas atrayendo población joven, emprendedora y de renta medio alta.
Ojalá mi pueblo se gentrificara hasta las raíces porque se rehabilitan viviendas, se emprenden nuevas ideas y hasta se abre una barbería para bigotes pelirrojos, que es lo que se le ha ocurrido a un multimillonario islandés aburrido como un canalla.
Ojalá mi pueblo se gentrificara hasta los cimientos, con gente arreglando casas en ruinas, que las hay a cientos (sí, he dicho cientos, no es errata), aunque eso supusiera un encarecimiento del carajo de los alquileres y el precio de nuestras tierras.
Ojalá se gentrificara mi pueblo, con morros de nutria, pezones de feminazi, pollaheridas al horno y otras ofertas de menú gourmet anunciadas en relucientes neones por nuestras calles.
¿Pero sabéis qué pasa? Que no nos va a caer esa breva. Que se va a gentrificar no sé qué calle exclusiva de Madrid, no sé qué esquina de Valencia o vete a saber qué barriada de Barcelona, pero no mi pueblo, en la montaña de León. Porque la gentrificación contra la que combatís es esa: la que sustituye un abuelo urbano por un joven urbano, la que pide viviendas sociales en la Castellana, apartamentos de protección oficial en las Ramblas, viviendas protegidas junto al Guggenheim.
Sois más reaccionarios que la hostia.
Anda y que os follen...
;-)
Feindesland 
ElTioPaco