Cuando la inseguridad es del inquilino

Cuando se aborda el tema de los pisos de alquiler, en un debate de televisión, en foros o con amigos, en fin, donde sea, siempre sale a relucir el concepto de “la seguridad del propietario”. Que si miedo al impago, miedo a los ocupas, que si miedo a los destrozos, que si miedo a limitar los alquileres. Son miedos válidos y que merecen atención, pero muy rara vez se hablan de mis miedos, de nuestros miedos, de los miedos y sucesos que nos ocurren a los inquilinos. Porque nosotros también tenemos inseguridad, pero parece ser que la nuestra no es tan válida.

La siguiente lista no son miedos etéreos e infundados, son miedos lógicos pues son sucesos que me han ocurrido o les ha ocurrido a amigos. Allá vamos:

Miedo a que te pidan 6 meses de fianza.

Miedo a que no te quieran alquilar ningún piso por tener mascotas.

Miedo por no quererte alquilar por tener nombre extranjero o serlo.

Miedo a que no te quieran devolver la fianza y tener que contratar un abogado.

Miedo a que la inmobiliaria no quiera recoger las llaves y quieran seguirte cobrando meses y suministros.

Miedo a que la inmobiliaria no informe al propietario de que nos están cobrando el IBI cuando no lo pone en el contrato.

Miedo a encontrar un piso “bien de precio” y que no te informen de que el vecino tiene brotes de esquizofrenia y no te deje dormir durante semanas.

Miedo a subidas brutales con argumentos parecidos a “es el mercado amigo”

Miedo a que te pidan un 10% de la anualidad como honorarios para la inmobiliaria en metálico y que el dueño y la inmobiliaria se lo repartan en tu cara.

Miedo a que te pidan dos avales para un cuchitril teniendo buenos sueldos.

Miedo a un desahucio si dejas de pagar una mensualidad.

Miedo a que para devolverte la fianza te digan que pintes el piso entero y que el de la inmobiliaria esté, delante de ti, con un obrero diciendo las paredes a derribar en cuanto te vayas.

Miedo a que por culpa de los precios del alquiler nunca puedas ahorrar para una fianza y escapar de estas prácticas abusivas. El pez que se muerde la cola.

Quizás los inquilinos somos pocos y no importamos a nadie. Pero tú como propietario, si tienes tanto miedo, deberías de cuidar al inquilino que te ha pagado cada mes y no te ha generado ningún problema.

Y tú inquilino ¿Cuál es tú miedo?