Del por qué no se suele poner el salario en una oferta de trabajo

Este es mi primer artículo de una serie que tengo en la cabeza, no sé si publicaré más, pero al menos quería probar con este.

Llevo en Menéame desde 2006. Lo he visto evolucionar, y creo que siempre ha tenido una identidad propia movida por el grueso de sus usuarios, que son en su mayoría de un perfil muy concreto.

A portada llegan muchos artículos críticos con el mundo del empresario en general; y aunque en ocasiones se producen abusos por parte del empresario, no es lo habitual; si son noticia es precisamente porque no es algo que pase habitualmente. Pero raras son las noticias que puedan llegar a portada en la que se exponga el abuso de un trabajador para con su empresa, que aunque tampoco es habitual también pasa.

Sentado lo anterior, me ha parecido interesante compartir la visión de una persona (yo) que ha estado en los dos lados del mundo laboral, es decir, ha sido muchos años trabajador por cuenta ajena y también empresario con trabajadores a su cargo. Creo que esta experiencia me permite entender mejor ambos mundos. Y no tengo ánimo de querer generalizar ni mucho menos, pero sí me gustaría dar explicación a algunas cosas que si no has pasado por la fase "empresario" durante algunos años se desconoce, y por eso voy a empezar por contestar a este meneo de hace unas semanas: www.meneame.net/m/actualidad/nuestro-tiempo-tambien-tiene-valor-import

Voy a intentar explicar el por qué no se pone el salario en una oferta de trabajo; lo cuento desde mi perspectiva y experiencia y desde la perspectiva de mi entorno de compañeros en los que me muevo; esto no significa que esta explicación sea válida para el 100% de las veces, pero sí es lo más habitual.

Cuando nosotros queremos contratar a una persona, sabemos el perfil que necesitamos cubrir, sabemos para qué queremos a esa persona, pero desconocemos qué nos vamos a encontrar en el proceso de selección, y nunca ponemos el salario por varias razones, y me explico con un ejemplo.

Imaginemos que necesitamos cubrir una vacante de un abogado para sacar adelante el trabajo del día a día.

Sabemos que por convenio colectivo no puede cobrar menos de 100 al mes (me invento las cifras para que sea más sencillo de ver), por lo tanto se podría pensar ¿por qué no ponemos en la oferta de trabajo que se le remunerará con 100 euros al mes? Pues bien, no lo ponemos porque pueden pasar, entre otras, estas cosas:

  • Llega un candidato, que acaba de terminar la carrera, no tiene experiencia, pero se le ve con ganas de trabajar y de aprender, pero sabemos que nos va a costar tiempo formarle. La ley nos permite en estos casos hacerle un contrato en prácticas, por lo que en vez del mínimo de 100 se le puede pagar 75. La empresa, que está ahí para hacer dinero, lo valora, y le ofrece al trabajador 75 durante el primer año, y 100 para el segundo. Si el trabajador acepta, contratado. ¿Qué habría pasado si hubiéramos puesto que el salario era 100? Que esa oferta vincula a la empresa y no le puede ofrecer 75.
  • Llega otro candidato; este tiene mucha experiencia, es una fiera, muy conocido en el sector, un número uno. A la empresa le interesa incorporar este talento en la plantilla porque va a ser capaz de sacar el trabajo desde el primer día y además va a aportar valor añadido a la empresa, conocimientos, experiencia,etc. Se le ofrecen 300 al mes, acepta y se le contrata ¿Qué habría pasado si hubiéramos puesto que el puesto se pagaba a 100? Que casi con toda seguridad no se habría presentado porque lógicamente este candidato va buscando cierto nivel económico acorde a lo que puede aportar y a lo que lleva recorrido.
  • Además de lo anterior, existen multitud de bonificaciones, reducciones, etc. en función de las circunstancias personales del candidato: si tienes menos de X años, si tienes el título desde hace menos de X años, si llevas parado X años, si tienes más de X años, si acabas de terminar la carrera, si tienes alguna minusvalía, etc. Existen un montón de tipos de contratos y lógicamente la empresa va a elegir siempre aquel que le resulte más beneficioso, se le ofrece al candidato, se negocia y si le parece bien, pues adelante.

Si la empresa pone una remuneración concreta en la oferta de trabajo queda vinculada por ella por adelantado antes de conocer al candidato, y eso es muy arriesgado. ¿Estaría dispuesto el candidato que busca trabajo a poner que trabajaría por 100 al mes sin conocer en qué empresa, qué tipo de trabajo, etc? Seguramente alguno sí lo haría, pero sería muy arriesgado para el candidato ¿no?

Sí, parece una pérdida de tiempo que no se ponga el salario de primeras porque "si llego a saber que van a pagar tan poco ni me presento", pero si hablamos de empresas legales, y uno lleva ya trabajando algún tiempo, tiene que saber o debería saber los mínimos legales que marca la ley, por lo que un salario mínimo orientativo debe llevar en la cabeza. Y aquí hablo siempre desde el punto de vista de que la empresa cumpla con la ley, si entramos en el ámbito de la ilegalidad todo es posible y nada de lo que he dicho vale, por supuesto.

Lo ideal es que tanto el candidato como la empresa se conozcan antes y entonces poder acordar las condiciones concretas, entre ellas el salario, pero no establecerlo por adelantado, porque insisto, es muy arriesgado.

Y esta es la explicación del por qué al menos nosotros, y la gente de mi entorno, no pone el salario en las ofertas de trabajo. Y sé que hay empresas que no lo ponen por motivos espurios, que te ofrecen menos de lo que legalmente te deberían ofrecer, pero no es la normalidad que yo me encuentro en mi día a día.