Nuestro 1984 alternativo

Es un hecho que quien tiene el poder manipula la historia a su conveniencia. Con esto se consiguen adeptos capaces de seguir a sus líderes a todas las batallas por defender unos derechos históricos, sociales o políticos que el líder dice han sido ultrajados.

En la novela 1984 de George Orwell, el Gran Hermano alteraba la información que recibía el pueblo, y de esta forma según la voluntad del gobierno los que un día eran enemigos otro día podían ser aliados. Se utiliza en los informativos o en los periódicos cuando deciden que alguien sea rebelde o terrorista según la orientación del gobierno o de la editorial, de forma que nos caen más simpáticos cuando son rebeldes, y evidentemente mal cuando son terroristas, una línea que no es siempre clara cuando en lugar de leer un editorial se está presente en la zona del conflicto. Se nos habla de dictadores opresores o de aliados de occidente, cuando no se quiere hablar de democracia, y son estas diferencias las que forman generalmente nuestra opinión sobre los bandos de un conflicto.

Es un fenómeno diferente de las fakes news, ya que más que lanzar noticias falsas se trata de definir una opción de forma que nos parezca atractiva, o que la contraria nos parezca mala. Tomando el caso de Cataluña es lo que hacen los líderes independentistas al convertir en fascista a todo el que no les apoya, o en el caso contrario de los que meten a todos los catalanes en el saco del separatismo y odio a España. A todos les interesa acentuar el concepto negativo del "enemigo" a batir y es una táctica común por parte de los políticos exacerbar nuestros ánimos para aglutinar masas y dirigirnos hacia donde les interesa. Recordemos al pueblo argentino con las Malvinas, o Perejil, donde media España se exaltó por un islote, que ni sabía que existía, en contra del invasor.

Por ejemplo en las escuelas se nos enseña sobre la batalla de Lepanto como la gran victoria cristiana y el fin del dominio turco del Mediterráneo, aunque muy pocos conocen la batalla de Preveza (donde ganaron ellos), o que poco después incluso ocuparon una pequeña isla de Inglaterra que usaron como base para sus ataques en el Atlántico, o que los franceses se aliaron con los turcos. Quiero decir que cada país enseña la historia como más le conviene, y evidentemente el otro bando la cuenta de otra manera. Covadonga es una gran victoria en nuestra mitología nacional, y apenas una escaramuza sin importancia en la historia musulmana.

Durante muchos años se consideró Qadesh como una gran victoria egipcia por una estela que se conservaba, hasta que se descubrió una estela hitita que contaba la misma victoria del lado hitita. Lo que el rey contaba a su pueblo era lo que el pueblo creía, así que ambos bandos se proclamaron victoriosos ante su pueblo.

Somos moldeables aunque pensemos que eso no nos sucede a nosotros, y por eso la publicidad nos dice que artículos son buenos, porque decidimos más por lo que nos dice el anuncio, y por eso aunque todos creamos que tenemos una opinión, es difícil saber cuanto de esa opinión es resultado de nuestra reflexión, y cuando se nos ha inducido.

Un caso poco conocido - al menos aquí - es el de la Biblia de los esclavos negros. Se hicieron biblias con partes seleccionadas omitiendo las partes que podían animar a los deseos de libertad de los esclavos. Por ejemplo no contaban el éxodo para huir de los egipcios, ya que parecía que pudiera alentar a los esclavos en contra de sus amos.

Así que esos "buenos cristianos" no querían que toda la palabra de dios llegara a sus "propiedades". Es un ejemplo más de como desde el poder intentó manipular la forma de pensar de sus súbditos y como pensamos de la forma en que queremos que piensen los libros o revistas que leemos, o las noticias que vemos.

Por supuesto todos creemos que nuestra postura es auténtica, y los demás son manipulados. Pero si hubiéramos nacido en otro lugar o en otro entorno, nuestra realidad sería diferente y también nuestra forma de pensar.

En realidad deberíamos ser menos fieles a lo que nos dictan otros, al mismo tiempo que dudáramos de hasta que punto estamos dispuestos a defender algo de lo que no tenemos todas las certezas, y hasta que punto quien piensa diferente tiene motivos que también son válidos. Esto nos lleva a lo que sabemos pero a veces ignoramos : que en la vida no suele haber blancos o negros, sino diferentes tonalidades de grises, y los radicalismos nos alejan de realidades en las que la verdad parece como la física cuántica y puedes tener una posición, o puedes tener la verdad, pero no las dos cosas.

Lógicamente no se trata de dudar de todo y entrar en la apatía, pero sí de ser conscientes de que a pesar de tener nuestra opinión, vivimos en un 1984 alternativo, y nuestras causas las hemos de escoger con pinzas y no pensar que sólo el otro es el manipulado porque sólo nosotros tenemos la verdad.