Temas políticos para estudiar estos meses

Parece que volvemos a elecciones y parece que hay quien piensa por ahí que los resultados serán muy diferentes, porque en otro caso no se explica el empeño en volver a preguntar lo ya preguntado hace poco. Los distritos electorales provinciales, el hartazgo y la vena cabrona de los españoles pueden producir algunos efectos inesperados, pero no estría de más echarle un ojo al temario que nos queda por estudiar de aquí a Noviembre:

-En España no va a gobernar Podemos: ni mucho, ni poco. Da igual que saquen 70 escaños que 24. No van a gobernar. No van a tocar el poder, ni los ministerios, ni van a llevar a la práctica su programa. A no ser que ganen las elecciones, cosa que podría pasar pero se me antoja a día de hoy muy improbable. O sea que tenemos que sentarnos a solas y afrontar el asunto: votar a Podemos es alejar un gobierno socialdemócrata, cosa que puede apetecer más o menos, pero que para un votante de Podemos puede ser menos malo que uno conservador. La intención de Pedro Sánchez era demostrar que el voto a UNIDAS era inútil, y eso lo ha conseguido aun a riesgo de quedarse fuera de la Moncloa. Pero así de claro lo tiene el PSOE: antes perder que juntarse con esa gente. Es una apuesta apretada, pero el mensaje queda ahí: hoy, el voto a Podemos es inútil.

-Los nacionalistas siguen agazapados: Porque por muchos principios que digan tener, están ahí para lo suyo: barrer para su región. Es lo normal. Es para lo que se crearon. Nada nuevo. Su resultado será más o menos el de siempre, porque les votarán los de siempre y no se esperan cambios pro ese lado. Podemso ver a ERC apoyando a un gobierno del PP. Podemos ver al PNV apoyando a una coalición PSOE-Podemos como ya hemos visto. A estos, la ideología se la sopla si las cuentas salen en caja. A sus votantes les pasa otro tanto, en general, aunque algunos sueñen con otro tipo de historias. Digamos que son la parte estable del asunto.

-EL PSOE piensa subir, pero no sabe para qué: La nueva convocatoria electoral viene marcada por el convencimiento de que la mayoría será todavía superior, basándose en el punto primero. Lo que pasa es que si UNIDAS pierde 30 escaños y los gana el PSOE, la situación es la misma. Puede que acaricien la idea de que entonces sea más fácil llevárselas al huerto de gratis, pero no creo que suceda tal cosa. O puede que piensen que ahora la coalición con Ciudadanos será más sencilla, pero tampoco eso parece, a día de hoy, que vaya a verificarse. La única esperanza real del PSOE es que los votantes del PP y de Cs se queden en casa, pero eso, creo yo, es lo más difícil de todo.

-El naranja era óxido: Albert Ribera ha demostrado no tener ni liderazgo ni capacidad de maniobra. Quería ser el sustituto del PP y se ha quedado en el pagafantas de todos. Sus votantes más progresistas van a pasarse al PSOE o a quedarse en casa. Sus votantes más conservadores van a regresar al PP. La hostia puede ser del tamaño del sombrero de un picador, sobre todo porque hablamos de un partido que no podría hacer coalición en 2019 con el propio partido de 2017 y menos aún con el programa que Cs ofrecía en 2015. Si no puedes hacer coalición contigo mismo, mala cosa.

-La recuperación del PP no va a sumar con nadie: le pasa como al PSOE, que al absorber los votos de UNIDAS deja de sumar de un lado lo que gana de otro. El PP se va a comer unos cuantos escaños de Cs y una docena de VOX. Lo que nadie sabe en el partido es para qué carajo les puede valer eso, como no sea, a largo plazo, como primer paso para regresar al ansiado bipartidismo. El problema del PP es que sus votantes se mueren a razón de 300.000 al año, mientras los votantes d elso demás se mueren un poco más despacio, así que dejar pasar el tiempo no parece una solución para ellos.

-La aritmética: Cuando el PSOE tenga 143 escaños, el PP 99, Podemos 22, Cs 35, VOX 12, y los diversos regionalistas 40, ¿dónde estaremos? Pues más o menos donde estamos ahora, pero con la gente más encabronada y menos sumas posibles. Puede que entonces Sánchez convenza a Ribera, pero no antes de las elecciones, porque si lo convence antes de las elecciones, sus votantes se van a ir a jugar al mus el 10 de Noviembre.

Bola extra: el factor troll, ese que hizo que los españoles votaran al chikilicuatre como representante ante Eurovisión, no se ha hecho notar todavía, pero puede hacerse notar en cualquier momento. No descartemos que salga algún elemento de la nada, como sucedió en Italia, y encabece un partido antisistema verdaderamente transversal que descoloque la baraja. No parece probable a día de hoy, pero podría suceder antes de lo que creemos. El otro día, bromeando de bar, comentamos que tres candidatos posibles podrían ser José Sacristán, Pérez Reverte o la Reina Sofía. Cada cual tendrá sus preferencias pero, bromas aparte, cualquiera de los tres sería capaz de darle un disgusto de órdago a los partidos establecidos. Porque somos así... Y porque esta banda de mamelucos que tenemos en el parlamento se lo merecen.