Tristemente, el ad hominem ya no me sorprende

Estaba yo por enviar el vídeo "Terrorismo de Género", de UTBH, y descubro que el usuario BenoitBlanc se me ha adelantado. Tras lanzar la conveniente lista de las maldiciones y juramentos de odio eterno, pero antes de empezar a elaborar maquiavélicos planes para llevar mi venganza hasta su persona, me metí a ver los comentarios de los meneantes al respecto.

Imaginando que yo fuera una persona famosa y mis opiniones relevantes, es posible que recordéis (como es posible que recordéis a Lionel Hutz) haberme visto aquí en el pasado invitando a los meneantes a opinar sobre Un Tío Blanco Hetero. Hace algo más de tres años y medio que ya me quejaba de lo mismo: Las falacias ad hominem y del hombre de paja que se usaban para criticar a este elemento, habitualmente, disfrazado de condón humano. Ya entonces se usaban críticas como "Cobarde, da la cara" (y, de alguna forma, sigue utilizándose aún cuando UTBH hace tiempo que rebeló su identidad secreta como Sergio Candanedo, no confundir con Sergio Candelero), cosa que para mi cada vez tiene menos sentido.

Claro, que es perfectamente correcto no estar de acuerdo con las opiniones de este, o cualquier otro elemento internetil (o no) con el que nos tropecemos. Un tema medianamente complejo raramente tiene una única solución absolutista, sino más bien graduaciones de grises en los que solo podemos acercarnos a aquella posición que resulte gratificante a nuestra sociedad y culturas. Yo mismo, aunque hace años que lo sigo, me he visto en desacuerdo con él en varias cosas y no, no es contradictorio apoyar social y económicamente a un youtuber (u opinólogo en general) aún cuando no comparto el 100% de sus ideas.

Siempre que aparece por aquí voy a los comentarios esperando, deseando, necesitando opiniones fundamentadas tanto en contra como a favor suyo. Siempre acudo buscando un debate interesante, gratificante, que me haga replantearme mis ideas o, al menos, encontrar nuevos argumentos que deba rebatir con nuevas ideas y consideraciones. Vamos, lo que viene a ser... pues eso. Debatir. Charlar. Intercambiar ideas. Aplicar las normas más básicas de la retórica, sin caer en falacias o faltas de respeto.

Como siempre, bien rápido me he visto equívoco.

Ya el primer comentario: "Seguro que nos contará alguna mentirijilla tergiversada con grandes argumentos sacados de su escrito o de algún libro de Jordan Peterson. Irrelevante, que lo vean sus niños rata". Lo adornamos luego con una descalificación directa a otros usuarios asegurando que "¿Censurar compulsivamente? Yo no tengo la culpa de que creas que UTBH siempre dice la verdad y no miente". No pasemos, por supuesto, por la afirmación de que el mismo usuario ni siquiera va a ver el vídeo, por favor, no vaya a ser que tengamos que pensar y al igual (¡Válgame el cielo!) tener que pensar un contra argumento o, Dios no lo quiera, que resulte que tengamos que darle la razón al condón parlanchín.

¿Soy el único raro que ve vídeos y lee cosas de gente que piensa radicalmente diferente a mi, para al menos estar seguro de lo que critico? En serio, lo pregunto en serio.

En fin. Aún a riesgo de dármelas de "reshulón" o de ser un prepotente de mierda (calificación que quizá no esté completamente equivocada, nadie es perfecto), solo quiero expresar lo que me deprime este tipo de argumentaciones absurdas y falaces, tanto si dan la razón a mis opiniones como si me llevan la contraria. Me sigue pareciendo alucinante que alguien tenga el valor de asegurar "este tipo miente" y no sea capaz de señalar con pies puntillas en qué exactamente, más allá de decir "busca este vídeo", sin señalar bien dónde está la mentira. Que se señale a alguien como "irrelevante" (cuando medio millón de suscriptores y una media de cien mil visitas a sus vídeos parecen indicar que, al menos algunos, lo consideran relevante) sin dignarse a ver si tiene razón o no. Que se le califique de machista (y, tres años y medio después, sigo esperando una sola argumentación que sostenga este insulto).

Y aquí he hablado de UTBH porque es un medio para canalizar una frustración que siento continuamente cada vez que miro temas de política y sociedad. Lo veo en las argumentaciones, tanto a favor como en contra, sobre los últimos cambios en la ley del aborto; en las posturas opuestas y radicales al respecto de la Eutanasia; en las posturas opuestas y radicales sobre la LIVG; en las opiniones sobre nuestros partidos políticos, radicalizadas hacia uno en concreto como quien apoya un equipo de fútbol. Lo veo cuando alguien me grita "puto facha" por asegurar que las estupideces de la izquierda solo consiguen que VOX suene racional y todo. O cuando me llaman "puto rojo" cuando aseguro que la idea de VOX de hacer una ley "que proteja de todas las violencias por igual" es una absoluta estupidez.

Radicalismo y estupidez. Ambos suelen ir de la mano.

Me deprime. Me decepciona.

Como dice un sabio de nuestro tiempo: "Nadie existe a propósito. Nadie pertenece a ningún lugar. Todos vamos a morir. Ven a ver la tele". Pero al final me llegan las noticias, me hacen reaccionar, me preocupo, me enfado, me decepciono, me deprimo y volvemos a lo mismo.

Hoy estrenan Obi-Wan. Voy a ver la tele.