El problema se encontraría en el colector de admisión, el cual se encuentra fabricado en un material plástico, que con el calor producido durante el funcionamiento, se calentaría en exceso pudiendo deformarse. Los síntomas de este problema son el encendido del testigo de fallo motor, reducción de las prestaciones y en el peor de lo casos puede acabar en un incendio de la motorización. La lista de modelos afectados incluye prácticamente toda su gama diésel entre los años 2013-2018, excepto el XC40.