Lo primero que hizo fue comprar un Pontiac Trans Am de 1982, el coche en el que se inspiró KITT. Le costó 17.000 libras (más de 18.000 euros).
Después gastó 15.000 libras, más de 16.000 euros, en 'tunear' el coche, incluido el luminoso cuadro de mandos del interior. Invirtió en ello más de 1.000 horas de trabajo.