Este filtro de partículas del freno se sitúa justo sobre la pinza, y tiene como misión recoger todo el polvo posible. Es de suponer que, en el momento que el sistema sea del todo fiable, los modelos de Volkswagen lo empiecen a equipar. De hecho los planes apuntan a 2021 como año clave para que esto suceda. Y no sólo eso, sino que podemos asegurar que se trata de un dispositivo que puede acoplarse fácilmente a cualquier vehículo, con lo que de aquí a unos años podríamos verlo en la mayoría de fabricantes.

La idea de Volkswagen, no obstante, no es nueva, pues Mann+Hummel trabaja con sistemas similares desde el año 2003.

La presencia de un filtro de partículas en un motor de gasolina (GPF) es consecuencia de la introducción de nuevos estándares de emisiones de escape, seguido de una forma diferente de medir el consumo de combustible.
Los estándares de emisiones de escape mencionados en la introducción y el nuevo método para medir el consumo de combustible están estrechamente relacionados.
Durante las pruebas en carretera, resultó que los automóviles emiten sustancias mucho más dañinas que las declaradas por los fabricantes.

La automotriz alemana Audi AG, junto con MANN+HUMMEL, ha desarrollado un nuevo filtro de micropartículas para vehículos eléctricos, llamado Audi Urban Purifier.
Este nuevo filtro se sitúa en la zona frontal del vehículo y puede atrapar las partículas del entorno, similarmente a los sistemas fijos de filtrado que ya se utilizan en algunas ciudades y no solo garantiza la absorción de micropartículas que genera el mismo coche en el que está instalado, sino también absorbe las que son generadas por otros vehículos.
El 85% de las micropartículas que son generadas por el tráfico vial, provienen de 3 fuentes principales: la carretera, los neumáticos y la abrasión de los frenos. Dentro de las partículas, las más pequeñas tienen un diámetro aproximado de 10 micrómetros y pueden ser fácilmente inhaladas por los transeuntes.