Por un lado tenemos a Rusia, principal productor de urea, que emplea el gas natural como insumo. La escalada en el precio de este recurso afecta por lo tanto a la producción de urea. De hecho, en octubre os contamos que los productores europeos más importantes dejaron de fabricar el aditivo por el alza de precios. Por otro lado tenemos a China, segundo productor mundial, que tiene problemas al limitar el uso de centrales de carbón para no pasarse de contaminación, por lo que hay restricciones de energía.