Lo primero que hizo fue comprar un Pontiac Trans Am de 1982, el coche en el que se inspiró KITT. Le costó 17.000 libras (más de 18.000 euros).
Después gastó 15.000 libras, más de 16.000 euros, en 'tunear' el coche, incluido el luminoso cuadro de mandos del interior. Invirtió en ello más de 1.000 horas de trabajo.

El Oldsmobile Incas de 1986 tenía el tablero más salvaje que nunca has visto. Hoy en día, muchos fabricantes de automóviles lanzan concept cars autónomos que parecen una sala de estar ultramoderna por dentro. El volante no está ahí, o se pliega, hay grandes pantallas táctiles en todas partes. Pero hace 35 años, en el apogeo de los diseños maravillosamente extraños de los años 80, Italdesign realmente lo hizo con el Oldsmobile "Incas" con este atuendo de aspecto de Coche Fantástico (KITT)