Notamus, juego literario
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Epílogo al segundo día

Nunca habías visto tanto revuelo en el senado. Cuando se comenzó a votar a favor de la bendita caridad el gremio de oro se alzó en protesta ganándose la animadversión del resto. Según ellos la ciudad no podía permitirse usar los pocos barcos disponibles en algo que no fuese suministrar la ciudad con lo indispensable para sobrevivir.

La única ruta segura es la que navega hasta Amonta donde obtenemos el preciado Spheniscus, piedra angular de la economía de Exaloc pero lo que nos pide la Caridad obligaría llevar nuestros buques hacia Evant en busca de medicinas exponiéndonos al ataque desde Ostro, otrora imperial ahora enemiga.

El acalorado debate acabó con el gremio de Oro cediendo solo el peor barco para la misión. Se obvió la propuesta de los Ajusticiarri de armar una flota pues ninguna facción parecía dispuesta en invertir tanto dinero y recursos en salvar enfermos. De hecho el Senado parecia más inclinado en arrojarlos al enemigo trebuchet mediante.

Nadie parecería satisfecho cuando se cerró el senado. Sanath tardamudeaba, Thorios meditaba, Altaria se mostraba iracunda y no habia rastro de Noma.

| etiquetas: epílogo , segundo día , caridad , flota
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