A veces...

A veces tengo ganas de ser cursi

para decir: La amo a usted con locura.

A veces tengo ganas de ser tonto

para gritar: ¡La quiero tanto!

A veces tengo ganas de ser niño

para llorar acurrucado en su seno.

A veces tengo ganas de estar muerto

para sentir,

bajo la tierra húmeda de mis jugos,

que me crece una flor

rompiéndome el pecho,

una flor, y decir:

Esta flor, para usted.

NICOLÁS GUILLÉN