Vacunas a domicilio, mascarillas milagrosas o limpiadores que dicen trabajar para la Generalitat, algunas de las tretas identificadas - “Hola, ¿nos puede abrir? Venimos a ponerle la vacuna contra el coronavirus”. Cualquiera rechazaría, a priori, tal invitación. Aún no hay vacuna y mucho menos se administra a domicilio. Pero cuando el objetivo de los trepas es la población más vulnerable, los ancianos, las posibilidades de que piquen se incrementan de forma exponencial.
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