Los sacerdotes asesinados acudieron a un baile celebrado en Juliantla. Era una fiesta por el día de la Candelaria, donde se encontraban integrantes de varios grupos delictivos. Los asistentes a dicho evento acudieron portando armas de fuego, consumiendo bebidas alcohólicas y probablemente drogas. Portavoz de la Diócesis de Chilpancingo: "Quisiéramos pensar que fue una confusión, pero eso ya tendrá que decirlo la fiscalía"
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