El Seprona de Sevilla recibió aviso anónimo sobre explotación ganadera de Alcalá de Guadaira donde había gran número de animales -perros, cabras y algunos caballos- en deplorables condiciones higiénico sanitarias. La Guardia Civil acudió al lugar y comprobó que efectivamente había animales hacinados, con evidentes signos de abandono y con deficiencias higiénico-sanitarias. Además localizan 6 cadáveres de podencos. Uno de los cadáveres tenía un cordel de PVC encastrado en el cuello, por lo que no se descarta muerte por asfixia.
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