Si el posible giro hacia la ultraderecha tras las elecciones generales del domingo te da miedito (o prefieres no vivir bajo el Gobierno de Pedro Sánchez y Podemos, que también puede ser), quizá has soltado alguna vez, medio en broma medio en serio, "¡me voy a vivir a Portugal!". En ese caso, puedes querer valorar seriamente esa posibilidad y dejar de elogiar el país vecino, que contempla como violación el sexo sin consentimiento, donde no hay máquinas de vending basura y es el segundo más preocupado por el cambio climático de Europa (después d
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