Sánchez Lozano dimitió en marzo de 2013, según la versión oficial, tras ser el impulsor del Expediente de Regulación de Empleo de Iberia que llevó a la calle a más de 3.000 trabajadores. Su sueldo base era de 632.000 euros e ingresó en la compañía apenas en julio de 2009 procedente de Caja Madrid, donde trabajaba con el entonces presidente Miguel Blesa. Impulsó ese plan de ajuste pagando 35 días por año tras un duro conflicto, pactó su salida poco después pero en unas condiciones muy distintas: cobrando 500 días por año.
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