Como se esperaba, Stellantis, la empresa matriz de Dodge y Jeep, se ha declarado culpable de cargos de conspiración criminal relacionados con sus esfuerzos por ocultar la cantidad de contaminación producida por sus motores diesel. El quinto mayor fabricante de automóviles del mundo acordó esta semana pagar 300 millones de dólares en multas para poner fin a una investigación de varios años del Departamento de Justicia de EE.UU., según informó el viernes Reuters.
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