Los fuegos de artificio cayeron sobre la hinchada atlética y tiñeron el ambiente en esa zona de la grada de humo, circunstancia favorecida por una traca de petardos que los hinchas hicieron explosionar en la zona, por lo que el árbitro, el italiano Gianluca Rocch, se demoró un par de minutos hasta ordenar el saque desde el centro del campo al Atlético. Una de las bengalas cayó sobre el asiento de un niño de 2 años, que no sufrió lesiones. Además, al menos diez aficionados han tenido que ser atendidos por quemaduras leves.
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